YO SOY EL QUE TE CONSUELA

Isaías 51:1-23

Versículo clave 51:12

No fue fácil para el remanente fiel de Dios en el exilio tener esperanza en la restauración de Sion, que estaba en ruinas. Dios los llama a recordar cómo sacó a toda una nación de Abraham y Sara que estaban como muertos (Heb 11:12). Asimismo, Dios consolaría a Sion trayendo de regreso a los exiliados a Jerusalén, haciendo sus desiertos como Edén, y restaurando en ella gozo y alegría. Nada es demasiado difícil para Dios. No solo eso, la justicia de Dios será una luz para las naciones. Dios traerá su salvación y justicia a todas las naciones a través de la obra de su siervo, el Mesías venidero.

Los cautivos se preguntaban por qué Dios tardó tanto en rescatarlos de sus opresores. En respuesta, el Señor les recuerda quién es él: Él es el Creador que extiende los cielos y pone los cimientos de la tierra. Es él quien consuela a su pueblo. El pueblo de Dios no necesita temer a los simples mortales que no son más que hierba, pero pueden confiar en Dios. Ahora, deben levantarse y, por fe, aceptar la promesa de Dios y poner su esperanza en él. Dios los entregó a sus atormentadores para llevarlos al arrepentimiento, pero su castigo terminaría. Dios derramaría la copa de su ira sobre sus enemigos. Se acercaba el tiempo de la liberación y restauración de Dios.

Oración: Señor, gracias por la salvación eterna en Jesús. Ayúdeme a no temer a los mortales, sino escuchar su palabra, tomarla con fe y esperar en usted con esperanza.

Una palabra: Nada es imposible para Dios.